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Aviso: Debe quedar claro que la información que se muestra en este artículo debe tomarse como una ayuda, un punto de partida y en ningún caso pretende ser «el centro del Universo». Además, nunca se debe menospreciar toda la ayuda y experiencia que pueda ofrecer un músico. Esta información pretende guiar en los pasos para grabar un bajo o un contrabajo, no en su interpretación.

 

EL BAJO Y EL CONTRABAJO.

BAJOS SINTETIZADOS.

 

EL BAJO Y EL CONTRABAJO.

El bajo es el corazón y el alma de la música. El bajo es la raíz que sostiene una pista, tal es así que si lo quitas te quedará una pista sin vida. El bajo es un instrumento vital y sobre todo en ciertos estilos como el reggae, el soul. La música dance no sería nada sin el bajo. El tipo de bajo a utilizar depende del género musical en el que estés trabajando. Las dos opciones principales son el bajo eléctrico y el sintético, pero puedes conseguir grandes partes de bajo con otros instrumentos. Además de usar un contrabajo, puedes usar un piano, un órgano o incluso una tuba.

El instrumento de bajo por antonomasia es el bajo eléctrico, a menos que seas más purista y prefieras el contrabajo de jazz, pero nadie puede resistirse a bailar ante la expresividad de los grandes maestros del bajo eléctrico. Aunque haya guitarristas que menosprecian a los bajistas porque sólo toquen cuatro cuerdas, y de una en una (casi siempre la tercera), la verdad es que en torno a este instrumento hay todo un mundo. Podríamos escribir un libro entero sobre los diversos modelos, accesorios, técnicas y estilos asociados al bajo, y para producir una buena pista de bajo eléctrico conviene conocer algo ese mundo. Antes de entrar al estudio deberías saber qué tipo de instrumento, de cuerdas y de ampli necesitas para crear un cierto sonido.

El contrabajo evidentemente existía antes de que el bajo eléctrico apareciera en los años 50. Este instrumento ha seguido siendo el bajo preferido en jazz por el carácter y expresividad de su sonido. Casi siempre se toca con los dedos, pero los dos grandes problemas del contrabajo son que suena muy flojo y que suele grabarse junto al resto del grupo tocando en directo, así que resulta bastante difícil capturar su sonido.

EL INSTRUMENTO.

Quizás el bajo eléctrico más clásico es el Fender Precission, un instrumento que cubre muchos estilos musicales diferentes porque posee un sonido cálido, lleno y bien definido en medios y agudos. También es el más extendido, tanto por las diversas encarnaciones que ha fabricado Fender como por la multitud de copias baratas que han aparecido. Otros dirán que el «jefe» es Fender Jazz por su sonido más gruñón, y Musicman Stingray (similar al Precission) también tiene sus incondicionales. Estos tres bajos tienen un tono bastante ortodoxo, poco coloreado, con una cola de graves cálida, así como medios y agudos claros y bien articulados. Si quieres sonidos con más carácter busca modelos concretos como los viejos Hohner o Danelectro, caracterizados por ese sonido punzante de los 60’s.

LA AFINACIÓN.

Parecerá un hecho obvio pero hay que decirlo: afinar un bajo de oído no es nada fácil debido a las bajas frecuencias que genera el instrumento. De todas formas, no te preocupes ya que el bajista seguramente tendrá un afinador a mano.

CUERDAS.

El tipo de cuerdas es casi tan importante como el propio instrumento. Hay cuatro tipos de cuerdas básicos: de entorchado redondo (roundwound), plano (flatwound) semiplano (half roundwound) y de nylon (tape wound). Las de entorchado redondo llevan un cable enrollado a lo largo de un núcleo metálico circular, suenan muy brillantes, con un largo sostenido y son típicas del rock. Las planas tienen una bobina de cable plano alrededor de un núcleo metálico circular, poseen un sonido más apagado y menos sostenido, y se usan más en jazz, soul y reggae. Las cuerdas semiplanas son cuerdas de entorchado redondo con los bordes aplanados, y su sonido es intermedio entre los otros dos. Si no buscas un sonido de bajo muy metálico, la edad de las cuerdas no importa tanto como en las guitarras. De hecho, algunos bajistas creen que el sonido mejora conforme las cuerdas envejecen. James Jamerson de Funk Brothers (un grupo de la Motown), uno de los mejores bajistas de la historia (fue incluido en el Rock & Roll Hall of Fame en 2000), se hizo famoso por no cambiar su viejo juego de cuerdas planas Labella durante años.

FORMAS DE TOCAR.

Los bajistas tocan con los dedos o con una púa. Los dedos producen un sonido más apagado, si bien es la forma de tocar más común. Los bajistas de soul y reggae tocan con los dedos y suelen poner un trozo de espuma entre las cuerdas y el cuerpo del bajo, cerca del puente, para amortiguar aún más el sonido. Si quieres que el bajo destaque, ganará brillo y ataque si se toca con púa. Y si quieres que suene flojo y brillante, puedes sugerirle al bajista que toque con los dedos.

RUIDOS.

Los dos problemas más comunes de los bajos eléctricos son el ruido de los trastes y el zumbido de las cuerdas, y resultan muy peligrosos cuando persigues un sonido brillante con cuerdas de entorchado redondo. Parte de la culpa puede ser del bajista (cuando toca sin cuidado), pero también es posible que el bajo no esté bien calibrado, por tanto tendrás que verificar que todo esté correcto. Con todo, cuesta mucho corregirlo y tendrás que amortiguar un poco el sonido, aunque a veces algunos ruidos de los trastes y de los dedos mejoran la presencia del bajo en la mezcla con un toque «humano».

AMPLIS.

Los bajistas suelen tener un equipo pensado para tocar en directo, así que es normal que suene bien a un volumen moderado que agitaría los cimientos de tu estudio. Si bajas el volumen, el bajo sonará soso y poco definido, de modo que acabarás usando el sonido del ampli para añadir graves a la señal «DI», lo cual es una pena. Un buen tándem de ampli/pantalla es vital para lograr un sonido potente, lleno, cálido y profundo. Los sistemas de directo que mejor funcionan para grabar son los Ampeg SVT. No sólo arrasan a todo volumen, sino que al bajarlo sigue sonando preciso, con pegada y bien definido. Claro, los Ampeg son bastante caros, pero no podrás alquilar nada mejor para una grabación. Los mejores amplis de bajo siempre llevan circuitos a válvulas: aportan calidez y potencia al sonido.

Ajusta el sonido del amplificador hasta encontrar algo que encaje con el tema que estás grabando. Empieza con los controles de tono y volumen del bajo ajustados a tope (si es activo, tendrás que bajarlos ligeramente). A continuación, gira el tono del amplificador hasta que escuches una gama de graves completa y redondeada, sin que retumbe tanto que tape la imagen, y unos medios y agudos claros y bien definidos que añadan presencia a la mezcla. Sube la ganancia para imprimir más energía a las partes necesarias.

INYECCIÓN DIRECTA.

El bajo eléctrico suele grabarse combinando una caja DI con el sonido del ampli, aunque si no tienes un ampli puedes sacar buenos sonidos de la inyección directa. Ésta es necesaria porque no puedes enchufar el instrumento a la entrada de línea del mezclador (los problemas de impedancias harán que tu bajo suene «pocho»). La señal de la caja DI puede llevarse a la mesa antes de la entrada del ampli (entre éste y el cable del instrumento), o desde la salida del previo ubicada en el panel posterior del ampli (si lo hay).

Una caja DI convierte una señal de instrumento no balanceada de alta impedancia en una señal balanceada de baja impedancia, apta para una entrada del mezclador. Hay dos tipos disponibles: activas y pasivas. Las cajas activas (como las de BSS) son mejores y funcionan a pilas o con alimentación phantom. Las cajas pasivas son mucho más baratas, pero atenúan bastante la señal.

Otra opción sería recurrir a un emulador de amplis. Estos equipos son estupendos para estudios caseros o de proyectos, ya que producen algunos sonidos fantásticos. Por ejemplo, Line6 Bass Pod pone a tu alcance montones de combinaciones de amplis de válvulas y altavoces emulados. Otro candidato es Sansamp Bass Driver, un pequeño pedal muy práctico que actúa como caja DI y aporta magníficos sonidos de bajo al instante. Por cierto, Sansamp tiene también una versión «rack» para usuarios más «pro».

MICROFONÍA PARA BAJO.

Para microfonar un altavoz de bajo necesitarás un micro de condensador de gran diafragma capaz de capturar toda la gama de graves. El más clásico para grandes altavoces es el Neumann U47 FET, pero es muy caro. Cualquier micro grande a condensador te irá bien, y si falla, prueba un micro de bombo. Intenta determinar la procedencia exacta del sonido del altavoz y coloca el micro antes de empezar. Déjalo a unos 30-60cm, para que las formas de onda del bajo puedan desarrollarse y mover algo de aire. También puedes colocar un par de micros de sala para captar el ambiente estéreo, comprimirlo y luego combinarlo con el sonido del micro cercano para dar más espacio y energía a la pista.

MICROFONÍA PARA CONTRABAJO.

Un contrabajo suena mejor con un micro de condensador de gran diafragma. Intenta conseguir los mejores que puedas, a ser posible a válvulas como los modelos U47 y U67 de Neumann. El U47 FET también sirve para grabar sonidos gruñones. Muévete alrededor del instrumento tratando de detectar el foco principal y coloca ahí el micro (suele ser cerca del puente, a unos 30cm por encima). Puedes colocar otro micro más arriba o justo encima del cuerpo del instrumento, alejado a la misma distancia, para captar las pulsaciones de las cuerdas con la mano izquierda.

Si vas a grabar en directo tendrás que aislar al bajistas para evitar las fugas de otros instrumentos. Como los músicos necesitarán una cierta comunicación visual para que todo funciones, no te será posible llevártelo a otra sala, así que la única solución en la práctica consiste en utilizar pantallas acústicas, a ser posible con algo de cristal.

LA GRABACIÓN DEL CONTRABAJO.

Cuando se utiliza un buen micrófono para la grabación, es justo decir que la calidad del sonido registrado dependerá de la calidad del instrumento. Si el contrabajo es bueno, no tendrás que ecualizarlo demasiado, pero si es malo tendrás bastante trabajo por realizar. La ecualización contribuye a mejorar el tono del contrabajo realzando una gama de medios estrecha, pues eso destaca el sonido en la mezcla y la aporta más carácter musical. Como en el bajo eléctrico, un corte en torno a 250Hz eleva la definición de la cola de graves sin reducir el peso ni el calor de la señal.

Ah, y siempre conviene comprimir el contrabajo, porque de esa forma aumentarás su corta caída natural, exagerando la sensual calidez del sonido. No hay nada como el sonido de un contrabajo bien grabado y bien tocado para ponerse a tono…….

Te encontrarás contrabajos que llevan instalada una pastilla. La calidad de ésta suele ser muy variable, pero conviene que la pruebes por si acaso. Si es de buena calidad, podrías combinar su señal con el sonido procedente del micrófono.

MEZCLAS Y MASTERING.

DINÁMICA. La compresión dinámica puede hacer auténticas maravillas en un bajo, porque ajusta y añade pegada al sonido además de igualar niveles. Es recomendable que la apliques antes de grabar porque el bajista puede saturar la señal. Ajusta tiempos de ataque y desvanecimiento bastante lentos para evitar distorsión, y si tienes posibilidad, configura el ataque y el desvanecimiento en modo automático. Uno de los compresores más utilizados con los bajos es el Urei 1176. El tiempo de ataque lento ayuda a conseguir ataques percusivos porque permite pasar la primera parte del sonido, pero también significa que a veces puedes saturar la señal o registrar un nivel de grabación bajo. Para evitar los picos dañinos, siendo capaz de grabar a niveles más altos, podrías colocar un limitador justo después del compresor.

ECUALIZACIÓN. En teoría no tendrías que usar la EQ si cuentas con un bajo, ampli, altavoz y micro de buena calidad. Pero si no es así (lo normal) tendrás que hacer algunos ajustes. Tendrás la tentación de subir la cola de grabes, pero debes conocer muy bien tus monitores para no pasarte. En tal caso, usa una curva de campana y localiza las frecuencias dominantes de la pista; estarán en torno a los 100Hz. Recortando un poco a 250Hz puedes mejorar la definición de los graves sin perder mucho cuerpo. Subir los medios a 800Hz añade más energía al bajo, y al contrario, atenuarlos puede suavizar el sonido.

DISTORSIÓN. La distorsión es un gran efecto para añadir más interés y carácter a un bajo. Al hablar de bajos distorsionados nos acordamos de Bootsy Cillins, que también se prodigó con otros efectos como el «wah», por ejemplo. Para distorsionar el bajo puedes usar pedales, efectos externos, plugins o saturar el ampli. Todas esas opciones producen tonos muy útiles e interesantes.

MEZCLAR EL BAJO. Ajustar el bajo en la mezcla no es nada fácil, pero es una de las cosas más importantes de todo el proceso. Con el bajo a poco volumen la pista suena fina y fría, pero si te pasas convertirás al lector de CD’s en una máquina de pedos. Aparte del nivel, también es muy complicado ajustar el tono porque muy pocos monitores muestran los verdaderos problemas asociados a la cola de graves.

Ahora todo es más sencillo porque puedes escuchar mezclas de referencia en otros sistemas (en casa, en el coche…..) y averiguar qué debes hacer para corregir las anomalías de la mezcla. Esta operación debería formar parte del proceso siempre que te vayas aproximando a la mezcla definitiva. Si estás haciendo mezclas para club, la mejor solución es reproducir varios CD’s de referencia en un sistema de club, si tienes ocasión.

Hay herramientas para cambiar el sonido del bajo en una mezcla. La compresión es la opción más básica para bombear el bajo, pero hay opciones más radicales. Por ejemplo, algunos estudios vuelven a microfonar el bajo, enviando la señal a un ampli y grabando su salida de nuevo con un micrófono. Así, puedes modificar el tono y la ganancia del amplificador, como hiciste cuando grabaste el bajo por primera vez.

Las «armas» de destrucción de bajos más recientes e innovadoras vienen en forma de plugins, y algunos son geniales para adaptar o transformar por completo el tono o el carácter del bajo. Todos ellos incluyen algún tipo de emulación analógica, bien de circuitos a válvulas o mediante la recreación de saturaciones de alguna clase. El primero fue Steinberg Magneto y luego llegaron los estupendos PSP MixStaurator y VintageWarmer. TC Filtrator está muy bien para crear efectos de bajo más experimentales.

La relación del bajo con el bombo es muy importante en la mezcla. Los dos deberían funcionar de forma conjunta pero sin estorbarse, y aquí la EQ juega un papel destacado. Se trata de ecualizar el espacio y la definición de las dos señales conservando su empatía, y logrando que la potencia conjunta sea mayor que la suma de las partes.

Para terminar, aunque creas que puedes resolver el bajo de una pista con una sola nota, la importancia de cada nota que suene es crucial y contribuye a conformar un sentimiento global. El bajo, más que ningún otro instrumento, requiere la máxima concreción: hay que esforzarse por destilar las notar imprescindibles con el aire y el «groove» adecuado. Eso es lo que diferencia a los grandes bajistas, y si vas a tocar una parte de bajo con el teclado, debes tener estos consejos muy presentes. El bajo es el instrumento más puro de todos, y justo por ese motivo, también es el más importante.

 

BAJOS SINTETIZADOS.

Si no tocas el bajo, o no puedes conseguir un bajista, lo normal es que cubras esa función con un sinte o con muestras de bajo. Es rápido, sencillo y puedes elegir infinidad de sonidos. Si eliges otro instrumento podrías equivocarte, sobre todo haciendo música dance. Hay tanta variedad que resulta complicado seleccionar unos sonidos o instrumentos sobre el resto, sobre todo con la actual avalancha de softsintes distintos. Sin embargo, Roland TB-303 Bassline merece una mención especial, ya que abanderó el techno y el acid de los 80 y sigue siendo utilizada hoy en día. Su bajo secuenciado, sinuoso y filtrado sonaba a todas horas por entonces, y también es el último bajo sintético reconocible. Antes de él estaba el bajo «slap» de Yamaha DX7 que estaba presente en numerosos discos pop de los 80, pero después de TB-303 no ha surgido ningún otro bajo sintético destacado. A veces se escuchan bajos procedentes de sonidos de órgano, aunque suelen generarse con fuentes anónimas. De todas formas, GMedia Oddity incluye bajos enormes y abrasadores, Spectrasonics Trilogy también ofrece cientos de ellos. Novation BassStation es un gran todoterreno y el GMedia impOSCar, constituye una buena emulación del antiguo sinte hardware OSCar, uno de los mejores sintetizadores de bajos de su época.