Toda la información de este capítulo ha sido extraída de:  

11.1-Terminología de la EQ.

11.2-Rangos de frecuencias de los instrumentos.

11.3-Uso de los filtros.

 

11.1-TERMINOLOGÍA DE LA EQ.

 

Un ecualizador es un procesador capaz de funcionar como un filtro, aumentando o disminuyendo la ganancia de cada frecuencia disponible. Con la EQ podemos dar más carácter a un instrumento o restarle protagonismo sin necesidad de recurrir al volumen, también podremos mejorar el sonido dándole más brillo y restándole en frecuencias para asentar el instrumento en la mezcla. En general, el proceso debe aplicarse de un modo discreto. Salvo que uses la EQ de un modo creativo, debes ecualizar de forma que «no se note que lo has hecho».

Cuando estés mezclando, si no estás seguro del rango de frecuencias en el que se mueve un instrumento en particular; sube todas las ganancias de una en una hasta la mitad y barre todo el espectro de frecuencias. El instrumento sonará más fuerte cuando pases justo por la zona de frecuencias en la que se mueve.

En la EQ, podemos encontrar la siguiente terminología:

ROLL-OFF. Se refiere al método por el que se eliminan todas las frecuencias que hay por debajo o por encima de cierto punto, e implica de forma habitual la utilización de filtros paso-bajo o paso-alto.

SHELF. Se presenta en dos formas: «HIGH-SHELF» y «LOW-SHELF», y simplemente extiende la atenuación de la frecuencia seleccionada a la frecuencia más alta o más baja que hay disponible en el rango del audio.

HI-PASS. Filtro paso-alto. Pasan todas las frecuencias desde un punto marcado hacia la derecha. Básicamente, suelen pasar las frecuencias más agudas.

LO-PASS. Filtro paso-bajo. Pasan todas las frecuencias desde un punto marcado hacia la izquierda. Sirve para cortar las frecuencias agudas.

BAND-PASS. Filtro paso banda. Sólo permanece la frecuencia seleccionada. El resto se eliminan.

BANDA ELIMINADA. En este caso se corta la frecuencia seleccionada.

BANDA. Se refiere al número de áreas o gamas en que está dividido un ecualizador.

PARAMÉTRICO. Un EQ con controles de frecuencia, ganancia y Q para todas las bandas.

PARAGRÁFICO. Es un EQ paramétrico en el que puedes dibujar la curva de respuesta sobre una gráfica de la respuesta en frecuencia.

 

11.2-RANGOS DE FRECUENCIAS DE LOS INSTRUMENTOS.

En las próximas tablas podremos contemplar los rangos de frecuencias de los instrumentos más comunes. Recuerda que esta información es para que la utilices COMO PUNTO DE PARTIDA.

BOMBO.

Si existe algo de confusión con algunas frecuencias, haz un roll-off alrededor de los 300Hz. Para añadir algunos agudos, prueba un ligero refuerzo alrededor de los 5-7KHz.

50-100 Hz.

Añade graves.

100-250Hz.

Redondea el sonido.

250-800Hz.

Zona «confusa».

5-8KHz.

Añade agudos.

8-12KHz.

Añade «hiss».

 

CAJA.

Realza alrededor de los 60-120Hz si el sonido es un poco «blando». Prueba a reforzar cerca de 6KHz para conseguir un sonido «snappy».

 

100-250Hz.

Sonido más lleno.

6-8KHz.

Añade presencia.

  CHARLES Y PLATOS.

Haz un roll-off alrededor de los 300Hz si se confunden algunas frecuencias. Para añadir un poco de brillo prueba a reforzar la zona de los 3KHz.

 

250-800Hz.

Zona «confusa».

1-6KHz

Añade presencia.

5-8KHz.

Añade claridad.

8-12KHz.

Añade brillo.

  BAJO.

Prueba a reforzar alrededor de los 60Hz para añadir más cuerpo. Haz un roll-off alrededor de los 300Hz si hay confusión. Si necesitas más presencia, refuerza en torno a 6KHz.

 

50-100 Hz.

Añade graves.

100-250Hz.

Redondea el sonido.

250-800Hz.

Zona «confusa».

800Hz-1KHz

Más fuerza.

1-6KHz

Añade presencia.

6-8KHz.

Presencia en agudos.

8-12KHz.

Añade «hiss».

  VOZ.

Realza o atenúa la zona de los 300Hz, dependiendo del micrófono y el estilo. Aplica un ligero refuerzo alrededor de los 6KHz para que el sonido sea más claro.

 

100-250Hz.

Añade graves.

250-800Hz.

Zona «confusa».

1-6KHz

Añade presencia.

6-8KHz.

Añade sibilancia y claridad.

8-12KHz.

Añade brillo.

  PIANO.

Haz un roll-off alrededor de los 300Hz para acabar con la confusión. Aplica un ligero refuerzo en 6KHz para añadirle claridad al sonido.

 

50-100 Hz.

Añade graves.

100-250Hz.

Redondea el sonido.

250Hz-1KHz

Zona «confusa».

1-6KHz

Añade presencia.

6-8KHz.

Añade claridad.

8-12KHz.

Añade «hiss».

    GUITARRA ELÉCTRICA.

Refuerza o atenúa en la zona de los 300Hz dependiendo del sonido y del estilo. Intenta potenciar la zona de los 3KHz para conseguir un sonido más afilado, o recortar para añadir un poco de transparencia. Refuerza la zona de los 6KHz para añadir presencia. Refuerza en torno a 10KHz para añadir un poco de brillo.

 

100-250Hz.

Añade cuerpo.

250-800Hz.

Zona «confusa». Redondea el sonido.

1-6KHz

Destaca en la mezcla.

6-8KHz.

Añade claridad.

8-12KHz.

Añade «hiss».

    GUITARRA ACÚSTICA.

Haz un roll-off alrededor de los 100-300Hz si hay confusión. Recorta un poco alrededor de 1-3KHz para elevar la imagen. Potencia alrededor de 5KHz para añadir presencia.

 

100-250Hz.

Añade cuerpo.

6-8KHz.

Añade claridad.

8-12KHz.

Añade brillo.

    CUERDAS.

En el caso de las cuerdas, los ajustes dependen completamente de la mezcla y del sonido utilizado, pero como punto de partida te pueden servir estos ajustes:

 

50-100 Hz.

Añade graves.

100-250Hz.

Añade cuerpo.

250-800Hz.

Zona «confusa».

1-6KHz.

«Digital»//»Crunch»

6-8KHz.

Añade claridad.

8-12KHz.

Añade brillo.

    METALES.

En el caso de trompetas, trombones, saxos y demás instrumentos de viento, podremos empezar retocando estas frecuencias:

 

100-250Hz.

Añade cuerpo.

250-800Hz.

Zona «confusa».

800Hz-1KHz.

Redondea el sonido.

6-8KHz.

Añade claridad.

8-12KHz.

Añade brillo.

 

El primer paso a la hora de aprender a usar la ecualización es saber qué frecuencias afectan a cada parte de un sonido.

 

20Hz-80Hz. Estas son las subfrecuencias que hacen que tiemble el suelo. Dan verdadera potencia a las grabaciones, pero también pueden emborronar la mezcla si no se tiene cuidado con ellas.
80Hz-125Hz Esta es el área del bombo. Si enfatizas un poco aquí, el sonido será explosivo. Consigue los ajustes adecuados y tus bombos sonarán de maravilla.
125Hz-250Hz El bajo se suele asentar en este intervalo, y puede ser bastante problemático. Si lo cortas demasiado, la mezcla puede quedar pobre, pero demasiado realce hará que suene mucho a «caja».
250Hz-500Hz Este es el rango correspondiente a las cuerdas y determinadas percusiones. La zona «peligrosa» ( es decir, la que puede estropear la mezcla ) para las cuerdas va de 250 a 800Hz.
400Hz-1KHz Aquí es donde encontrarás la mayoría de los elementos en la música occidental: voces, guitarras, teclados y otros sonidos. En este intervalo de frecuencias se pueden librar encarnizadas luchas para conseguir un espacio en la mezcla.
800Hz-4KHz Las cosas pueden sonar muy nasales si realzas en exceso en esta zona. Aquí se liman la mayor parte de los detalles, así que es un área difícil de controlar. Demasiado énfasis en esta zona puede ser molesto para los oídos.
4KHz-10KHz Los charles, la parte más aguda de los colchones y la claridad de las voces se encuentran aquí.
8KHz-20KHz Responsable del brillo de la mezcla. Realza en esta zona para añadir «un poco de aire», pero ten cuidado con el «hiss»

 

Diagrama que indica el espacio en la mezcla.

 

¿Un repaso?

 

Low Bass: por debajo de 50 Hz.

Esta zona se conoce como «Sub-graves» y la mayoría de las veces está ocupada por las frecuencias más bajas del bombo y el bajo. En este rango de frecuencias es prácticamente imposible determinar la afinación o tono del instrumento. No es muy recomendable aumentar la ganancia alrededor de esta zona sin utilizar monitores de estudio de alta calidad. Reforzar a ciegas este rango sin un punto fiable de referencia válido puede dañar de forma permanente la mayoría de los altavoces, incluso en sistemas de PA.

 

Bajos: 50-250 Hz.

Este es el rango de frecuencias en el que te mueves cuando subes el control de graves en la mayoría de los equipos estéreo caseros, aunque los bajos de la música actual se suelen situar alrededor de los 90-200 Hz, con algo de refuerzo en la parte más alta para añadir algo de presencia o claridad.

 

Zona «confusa»: 200-800 Hz.

Esta zona es la principal responsable de que una mezcla suene confusa. La mayoría de las frecuencias en esta zona pueden causar problemas psico-acústicos: si hay demasiados sonidos en ella, una pista puede llegar a convertirse en algo especialmente molesto.

 

Rango de medios: 800 Hz- 6 KHz.

El oído humano es especialmente sensible dentro de este rango frecuencias. Un pequeño refuerzo aquí puede desencadenar un cambio importante en el sonido, como si aumentaras muchos más dBs en otro rango de frecuencias, de modo que es el que más escuchamos. La mayoría de los teléfonos trabajan cerca de los 3 KHz, porque en este rango, el diálogo es mucho más inteligible. Si tienes que realizar cualquier aumento de ganancia dentro de esta zona deber ser muy cuidadoso, en especial con las voces.

 

Agudos: 6-8 KHz.

Este es el margen que ajustas cuando subes el control de agudos en tu equipo de música. Esta zona se refuerza para dar más brillo de forma artificial cuando se masteriza una pista antes de pasarla a un Cd.

 

Frecuencias muy altas: 8-20KHz.

Esta zona la ocupan las frecuencias más altas de los platos y charles, pero un pequeño refuerzo alrededor de los 12 KHz puede hacer que una grabación suene con más calidad de la que poseía en un principio. Subir la ganancia en esta zona requiere mucho cuidado, ya que puede traer a un primer plano cualquier ruido de fondo y ensuciar la mezcla.

    VOCES:

Los ajustes dependerán de la calidad de la grabación y el micrófono utilizado. En general, refuerza o atenúa un poco alrededor de 3Khz hasta que la voz encaje con los instrumentos. Para ganar claridad, refuerza ligeramente cerca de 6 Khz. Si la voz suena «empastada» y poco definida, recorta entre 200 y 800 Hz.

  BAJO:

Si al bajo le falta definición, recorta cerca de 300 Hz para que suene más afilado. Un pequeño refuerzo cerca de 60 Hz ayudara a darle más cuerpo, y si necesitas que destaque, aplica un refuerzo con un ecualizador paramétrico usando un Q estrecho y barre entre 6 y 8 Khz. Si el bajo no tiene suficientes graves, refuerza con un Q ancho entre 50 y 100 Hz, de esta forma sonará más grueso.

  GUITARRAS:

Si quieres que el sonido de las guitarras te «golpee» la cara, refuerza cerca de 3 Khz o recorta para ganar transparencia. Para dar brillo a un sonido demasiado suave, aplica un refuerzo cerca de 10 Khz y aumentará la presencia. Para ganar definición, aplica un pequeño recorte y barre entre 250 y 800 Hz.

  BOMBO:

Para conseguir unos graves explosivos y demoledores, refuerza entre 50 y 100 Hz. Si quieres que el bajo suene más «redondo» y definido, prueba a reforzar con un Q medio-bajo y barre entre 100 y 250Hz. Refuerza ligeramente entre 5 y 7 Khz para aumentar la presencia de frecuencias altas. En resumen; si aplicas un realce en 6 Khz, acentuarás el impacto. Un realce en 2 Khz le dará más ataque. Un corte en 400 Hz abrirá más el sonido. Un realce en 70 Hz y darás de lleno, las frecuencias inferiores agitarán los pantalones. Y para terminar, si realzas entre 100 y 120 Hz en exceso, ten cuidado con el volumen o tendrás que comprar otros monitores.

  CAJA:

Si realzas a partir de 3 Khz le darás un sonido «crujiente». Aumenta la frecuencia de 2 Khz y tendrás unas cajas «quebradizas». Un realce en torno a 200 Hz le dará un cuerpo con más peso.

  CHARLES:

Un barrido en 12 Khz le dará un aura resplandeciente. Realzando en 6 Khz le dará más brillo. Atenúa desde 800 Hz y recortarás la cola de graves.

  TIMBAL:

Acentúa el golpe en la frecuencia de 6 Khz. Le darás más presencia en los 2 Khz. Las frecuencias para darle peso están entre 100 y 200 Hz. Si atenúas desde los 400 Hz conseguirás un sonido más abierto.

  MICROS AÉREOS:

No aumentes a partir de 100 Khz o crepitarán. Si aplica una ligera atenuación en 1 Khz conseguirás un sonido más abierto.

Usa los filtros paso-alto y paso-bajo para eliminas las partes del espectro que no necesites. Por ejemplo, quita todo lo que haya por debajo de 80 Hz en las voces, para que no retumben. Corta todos los bombos y bajos por encima de 10 Khz.

Comprueba que no haya muchos canales con el mismo ajuste de EQ. Si dos instrumentos suenan bien con los mismos ajustes, intenta desplazar un poco sus frecuencias y sepáralos con el panorama.

 

Mezclar a un grupo de directo es bastante más complejo que hacerlo con una pista construida exclusivamente con instrumentos sintéticos, ya que cada intérprete posee su propio estilo que hay que evidenciar en el resultado final. El proceso de mezcla es muy laborioso y por el momento nos fijaremos en los problemas más comunes.

El primer problema que nos encontraremos son las interferencias o acoples. Casi todos los equipos que utilices contienen un transformador que puede causar zumbidos en las guitarras eléctricas, sobre todo en las que tienen pastillas de bobinado simple.

Los efectos de overdrive también pueden causar interferencias. Obviamente la mejor forma de evitar esto es alejarte todo lo que puedas de las fuentes causantes de interferencias, pero a veces, esto no es una opción viable. Si éste es el caso, prueba a girar el monitor que utilices, ya que estos dispositivos son causa de buena parte de las interferencias.

Si utilizas dos guitarras, entonces puede ser difícil separarlas en la mezcla, ya que ambas utilizarán las mismas frecuencias, especialmente si utilizan overdrive. En este caso, lo mejor es utilizar dos sonidos de guitarra distintos. Prueba a aplicar overdrive a uno de ellos e intenta mantener el otro limpio, con ayuda de una ecualización eficaz esto podría ayudar a separar ambas guitarras en la mezcla.

La compresión también puede dar sus frutos con una guitarra eléctrica o un bajo. Las tablas de compresión las encontrarás en el capitulo 13.3. de todas formas, si necesitas un sonido más limpio, utiliza la EQ después de comprimir. Por otro lado, si necesitas un sonido más sereno y suave, ecualiza antes de comprimir.

La mayoría de los estudios de grabación suelen aplicar los efectos en el momento de la mezcla, pero la mayoría de los guitarristas prefieren utilizarlos para conseguir el sonido que les gusta mientras tocan. El problema es que buena parte de los efectos de guitarra (especialmente, la reverb) tienden a generar gran cantidad de ruido. Puedes grabar un sonido limpio mientras utilizas tus efectos si monitorizas con el efecto activo pero grabas insertando la señal en tu grabador directamente.

La EQ es una cosa muy personal y los ajustes dependen completamente del sonido que hayas grabado.

Para terminar, si eres de los que sigue los pasos de Trent Reznor o Bob Rock entonces debes saber que, por ejemplo, los metales pueden tratarse de distinta forma. En el Reino Unido tienden a sonar más tupidos, con el rango de medios recortado ligeramente, mientras que, en América suenan con más brillo.

 

11.3-USO DE LOS FILTROS.

Básicamente, los filtros son dispositivos que eliminan, o reducen el nivel de determinadas frecuencias de una señal. La forma en la que llevan esto a cabo determina el tipo de filtro y su nombre. Algunos filtros únicamente eliminan las frecuencias que se encuentran por encima de una frecuencia determinada (filtros paso-bajo). Otros funcionan a la inversa y solamente eliminan las frecuencias que están por debajo de una determinada frecuencia (filtros paso-alto). Cuando todas las frecuencias excepto las de una banda determinada se eliminan, el filtro se llama «paso-banda».

La primera cosa que debes saber sobre los filtros es que no son precisos. No puedes seleccionar una frecuencia de corte y esperar que el filtro actúe de la misma forma y con igual precisión a lo largo de todo el espectro. Los filtros tienen una cierta pendiente. Para entender esto mejor, piensa en los filtros como si fueran los controles de recorte de un EQ. El ajuste de Q en un Eq paramétrico crea una pendiente desde la cual el EQ se mueve a otro ajuste, y aunque esta pendiente puede ser muy empinada, nunca llega a ser vertical. Pasa lo mismo con los filtros: establecer la anchura de un filtro paso-banda es casi lo mismo que establecer la Q de un Eq paramétrico.

Los filtros suelen tener más controles aparte de la rueda de «cutoff», que establece la frecuencia de corte del filtro. Normalmente hay también un control de resonancia. Un filtro resonante refuerza la señal a la frecuencia de corte, y el control de resonancia determina la cantidad de realce y anchura de la banda de frecuencias realzadas. Otros controles que puedes encontrarte en un filtro son «Drive», que altera la cantidad de señal que se introduce en el filtro, y un seguidor de envolvente que ajusta la frecuencia de corte del filtro de acuerdo con la cantidad de señal que le llega. Cuanto más fuerte sea la señal entrante, mayor será la frecuencia de corte correspondiente.

Cuando se graban voces o cualquier otro instrumento en directo, hay ingenieros que aconsejan filtrar todas las frecuencias que no son necesarias. Al grabar las voces, no hay ningún motivo para recoger frecuencias inferiores a 80 Hz ya que ninguna voz alcanza esas frecuencias. Lo único que grabarás será ruido del micrófono, el tráfico de la zona y quizá el «hum» residual de los cables de alimentación o el aire acondicionado de tu estudio.

Utiliza un filtro paso-alto a 80 Hz como punto de partida. Escucha al vocalista a lo largo de toda la pista mientras aumentas la frecuencia de corte del filtro. Pronto descubrirás lo que no necesitas para nada.

Los filtros paso-bajo pueden utilizarse para eliminar la información de alta frecuencia. Una pista con sonidos del rango de sub-bajos, por ejemplo, no necesita nada que esté por encima de 200 Hz. Puede que te vaya bien incluso con ajustes más bajos, pero recuerda que los sonidos de bajo tienen a menudo armónicos muy sutiles que pueden alcanzar varias octavas por encima de la parte principal.

Los filtros paso-banda están muy bien para aislar determinados sonidos y llevar a otros al primer plano. Los samples de voz, por ejemplo, pueden sonar con mayor nitidez y encajar mejor en la mezcla si se pasan por un filtro paso-banda para eliminar cualquier cosa que se encuentre por encima o por debajo de la frecuencia dominante. Esto funciona muy bien además con los retornos de efectos.

Un truco muy común es utilizar un filtro paso-banda sobre los retornos de efectos como reverbs o delays para mantener la imagen estéreo lo más clara posible. Demasiados graves en una reverb o un delay pueden confundir la mezcla y hacer que todo pierda definición.